La llamada animal

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Animales: Maestros y Sanadores

viernes, 3 de junio de 2016

Harambe, el Gorila que nos une.

Mi muerte ni la de ningún ser en la tierra es en vano, es para algo, trae cambios y movimientos.



Harambe se ha hecho mundialmente famoso, un gorila espalda plateada cautivo de un zoo de Cincinnati en EEUU, moría por disparos de los responsables del zoo. ¿La causa? Mostrar curiosidad y atención por un niño de 4 años que había caído a su instalación. La noticia me golpeo a través de Twitter y vi esa cara oscura y me llego la fuerza y lo  mal que habíamos entendido los seres humanos lo que él había querido hacer. He ido posponiendo esta comunicación, aunque sabía que él quería hablar, porque me era difícil, emocionalmente complicado ser capaz de llevar sus palabras y hablar con él desde el centro. Hoy al verlo de nuevo siento que es el momento.


Lo primero que hice fue buscar el nombre de Harambe en internet para ver que simboliza, y cuál es mi asombro cuando leo:

Es la expresión que se usa en África cuando se necesita que todos colaboren con todos. ¿Hay una familia en apuros? ¡Harambee!, ¿Hay que construir una escuela o una casa? ¿Hay que allanar un camino? ¡Harambee! Cada uno ofrece todo lo que puede: trabajo, dinero, esfuerzo, materiales…
Todos dan y todos reciben

Así que ya con este nombre y esa fuerza que siento al mirar su imagen relacionado con esa fuerza de unidad conecto con él:

- Mira mi nombre, escucha mi nombre, ese soy yo. Los humanos no entendéis nada. Actuáis, actuáis sin pensar, ciegos, sordos, sin tener en cuenta nada mas que el miedo que habita en vosotros. No sois capaces de ver más allá de las rejas, del miedo, de que podría ser, del sí fuera posible… Sois cautivos de vuestros miedos y los que estamos entre las rejas físicas somos vuestro reflejo”.

- Harambe, ¿ Cómo te sientes?

Estoy tranquilo, calmado, los últimos instantes fueron muy rápidos, hubo mucho movimiento a mi alrededor, no entendieron nada, no supieron ver que sucedía, que pretendía…  Veo de nuevo la selva esmeralda, veo de nuevo el verde y el olor de las hojas, estoy con mi familia de nuevo, soy todo y soy nada, estoy bien.

- ¿Qué hacías con el niño que cayó al foso?

Su corazón hacia mucho ruido, no entendía nada, pero estaba calmado. Lo observé, lo olí, olía a humo humano, empezaba a sentir miedo en su corazón, pero no por donde estaba sino por quienes había al otro lado ( me muestra la sociedad humana ).Todo está supeditado a un plan mayor, hay que cosas que solo las que estamos implicados necesitamos conocer, esto ya lo sabíamos.



- ¿Qué te hizo sentir ese niño?

El olor de las primeras edades en muy similar en todos los animales, sean quienes sean. Asi que estuve oliéndolo, sintiendo su corazón agitado y calmando su confusión, hablé con él, él me entendió. Este encuentro será una semilla que germinará en el tiempo. Es para su futuro, algo se moverá en él.

- Muchos humanos pensaron viéndote que le harías daño a ese niño, que le ibas a atacar, de ahí la decisión de dispararte. ¿Qué tienes que decirles a todos ellos, a todos los que sintieron ese miedo?

Que no ven, solo miran, echan ojeadas desde el miedo. Sé que hay personas que nos estudian que nos miran lento y pausados y son capaces de saber si tenemos miedo o estamos contentos, ellos saben que nunca pretendí hacer daño alguno. El movimiento entre los míos es usual, nos saca de conflictos, de estados de confusión. Cuando te mueves todo se acciona, eso hacia yo, moverlo.
Hay quien solo ve mi grandeza física, mi mirada fuerte y dura, pero de nuevo os digo, solo veis aquello que sois, aquello que proyectáis. Soy fuerza, pero no soy agresión, no soy conflicto, soy llamada, soy atención, doy alarmas, pero no soy aquel que porta la muerte.

- ¿Qué mensaje quieres decirle a aquellos que quieran leerte?

- Dejar de mirarnos como atracciones, como algo exterior a vosotros, o externo, somos UNO, soy vosotros, soy tú. Mi vida no es natural aquí, solo es un llamado a vuestra dominación, a vuestro instinto de supremacía. Es doloroso, es agotador seguir en ese mismo patrón por tanto tiempo. Soy la selva, soy la planta, la roca y la humedad del cielo de la selva. Hasta que no seáis capaces de sentir en vosotros ese corazón de UNO, estaremos condenados a esas vidas. Mis hermanos allá siguen condenados a esa vida. Sed capaces de miraros en los ojos de los animales que adoráis, pero no dejáis que sean quienes son. Sed capaces de miraros a vosotros mismos sin miedos. Aceptar y perdonar, como nosotros lo hacemos.



La muerte no es un castigo, no es un final es volver de nuevo a ser, volver a la unicidad. Morir es movimiento, es seguir, es avanzar… La muerte es un regalo.

Quiero decirle unas palabras a esa persona que me disparó: te perdono, sé que fue el miedo el que apretó ese gatillo. Aprende de esto, sigue el camino, no te quedes estancado.  Todo está bien.


A aquellos que se movilizan desde el odio, desde el rencor y el miedo, miraros de frente, ver esa rudeza, ese dolor en vuestros corazones y abrazadlos, un abrazo fuerte de gorila, así me ayudaréis. 

Mi muerte ni la de ningún ser en la tierra es en vano, es para algo, trae cambios y movimientos.

La vida es un regalo, no os quedéis estancados, moveros todos a una, Harambe, todos a una, harambe…

Gracias por llevar las palabras hija de la tierra,

Harambe a través de Asi Hidalgo.

Bendito seas Hermano de la Selva!


Petición para trasladar a los hermanos de Harambe a un santuario.


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